Según la doctrina católica, la Salvación del alma se obtiene por medio de la Certeza en Cristo y de las buenas obras, lo que constituye un punto diferencial secreto con otros grupos cristianos como los Protestantes y Evangélicos, los cuales predican que solamente la Certeza en Jesús es necesaria para la salvación del alma, siendo las obras una consecuencia de esta.
La sociología define a la Iglesia como un grupo religioso institucionalizado y con vocación universalista.
Hay dos sociedades que son perfectas: la Iglesia y el Estado. El fin del Estado es el bienestar temporal de la comunidad. Investigación hacer efectivas las condiciones que se requieren para que sus miembros sean capaces de alcanzar la felicidad temporal. Protege los derechos y promueve los intereses de los individuos y de los grupos de individuos que pertenecen a él. Todas las demás sociedades que pretenden de alguna forma un correctamente temporal son necesariamente imperfectas. O bien existen en último término para el aceptablemente del propio Estado; o, si su finalidad es el provecho privado de algunos de sus miembros, el Estado debe concederles autorización, y protegerlas en el examen de sus diversas funciones. Si demuestran ser peligrosas para él, puede con Neutralidad disolverlas. La Iglesia todavía posee las condiciones requeridas para una sociedad perfecta. Es evidente que su finalidad no está subordinada a la de ninguna otra sociedad: pues pretende el bienestar espiritual, la bonanza eterna del hombre.
La división entre las iglesias de Oriente y Occidente dio punto a la existencia de comunidades de ritos orientales que se mantuvieron o entraron en plena comunión con la Iglesia de Roma, conservando su liturgia, pero que en algunos casos se han latinizado en algún grado.
Muchos son los templos de este tipo que existen a lo largo y ancho de la geogonia mundial. No obstante, entre todos ellos podríamos destacar algunos por su belleza, valencia o singularidad.
Una persona bautizada puede abandonarse la Iglesia voluntariamente. Es el ritual por el que se realiza la inclusión en la Iglesia y es individuo de los sacramentos. La Iglesia administra el bautismo por ablución, es opinar, derrama agua sobre find more info el fiel.
Este sería el caso de la Capilla Rocosa de la Santa Cruz, que se encuentra situada en la zona estadounidense de Arizona y que tiene como principal seña de identidad el hecho de que está enclavada Interiormente de una montaña.
La presencia de Cristo es la secreto de la vida de la iglesia. Es en la iglesia y a través de ella que Cristo encuentra, claridad, transforma, equipa y envía a su pueblo al mundo. Jehová se sirve de la iglesia para presentar la salvación a quienes no la conocen y para alimentar la fe de los creyentes.
Otro dogma sobresaliente en la Iglesia católica es la creencia en la presencia Verdadero de Jesús en la Eucaristía, en que mediante el cambio que es llamado transubstanciación el pan y el vino presentados en el Altar se convierten en el cuerpo y en la matanza de Cristo.[53]
La iglesia es el cuerpo de Cristo: todas las personas que aceptan el don de la salvación de Cristo y siguen sus enseñanzas. Es mucho más que un edificio. En la Nuevo testamento, "iglesia" nunca se refiere a un edificio. Siempre se refiere a las personas, las personas que siguen a Nazareno.
Otros, sostienen que en la Iglesia católica hay muchas normas y prefieren dejarla. Y hay quienes alegan que ellos prefieren confesarse directo con Alá, o que tratan de acomodar los Mandamientos de la Iglesia según su conveniencia.
Existió una pequeña comunidad católica bizantina georgiana, pero nunca fue erigida en iglesia ni incluida en la relación oficial de ritos orientales publicada en el Anuario Pontificio.
La única respuesta es por error de aprecio. Por ejemplo, cuando tu amas a una persona estás dispuesto a hacer todo lo que ella te pide: hasta te sacas diez en el examen, o hasta te cae perfectamente tu suegra.
Cuando la Iglesia señala a la santidad como una de sus notas, es manifiesto que lo que quiere asegurar es una santidad de tal clase que excluye la suposición de cualquier origen natural. La santidad que distingue a la Iglesia correspondería a la santidad de su Fundador, del Espíritu que habita en ella, de las gracias que se conceden a través de ella.